1. |
La Profecía
03:20
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No hace mucho que llegó
de forma fortuita,
pero aquí se quedó.
Esa noche de verano
el barrio estaba solitario.
No sé de dónde salió,
ni por qué a mí acudió,
pero estaba aquí
para hacerme feliz
y a ti no. A ti no.
Un comportamiento extraño
me puso sobre aviso.
Ese bicho se ha comido
a la abuela del vecino.
¿Y qué? Estaba de buen ver.
Ya sé, de la Tierra no es,
pero a mí me da igual,
esta amistad es real.
Un alien asesino,
yo soy su único amigo.
Viene a poblar la Tierra,
a erradicar la humanidad.
Pero es tan mono, qué más da.
Tiene dardos venenosos,
te atrapa y te fecunda.
Cuando vamos por la calle
va sembrando el terror,
¡qué horror, ese bicho cabrón!
Oh, no, en casa es un amor.
Tiene un vicio fatal
se come cualquier animal.
Pero es tan divertido,
juega siempre conmigo.
Él te desmembrará vivo.
Me quiere, me respeta
aunque se cargue el planeta.
Un alien asesino,
yo soy su único amigo.
Viene a poblar la Tierra,
a erradicar la humanidad.
Solo yo me salvaré
y estaré a su merced.
Homo alien sapiens,
esclava de un nuevo ser.
La Profecía está al caer.
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2. |
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En mi nube se está muy bien.
Yo sigo aquí, tú no me ves.
Mi cuerpo flota, tú no lo notas.
Corriendo en un valle de flores
me puedes buscar.
En mi nube se está muy bien.
Yo sigo aquí, tú no me ves.
Mi cuerpo flota, tú no lo notas.
Sobre una columna de humo
me encontrarás.
Corderitos blancos
que me hacen reír,
cuando curioseando
me mojan con su nariz.
Yo seguiré aquí,
para siempre feliz.
En mi nube, esa nube.
En mi nube, sucia nube.
Las ratas vuelan, intentan escapar.
Yo sola me hundo en mi propia felicidad.
Los cuervos pican los ojos de sus crías,
las calles se amontonan queriendo mirar.
El cieno inunda mis ojos en blanco,
letras fluorescentes caen sobre mí.
Ellis* me devora y acuna mis sueños,
grita en mi cabeza, hazme dormir.
Los cartones me besan la frente,
ya no soy consciente y vomito
de tanto reír, de tanto reír.
En mi nube se está tan bien,
te espero aquí, pudriéndome...
*Ellis Street es una calle del Downtown de la ciudad de San Francisco, California.
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3. |
Circo del horror
04:44
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No querrás salir, gracias por venir,
emborráchate en seda y olvida por qué estás aquí.
Ojos que te miran detrás del telón,
notas que ellos te observan y saben que sientes temor.
Comienza la función, ya prendió el cañón.
Fanfarria de circo a todos presenta,
su aliento apesta a licor comprado bajo cuerda.
Denigrantes exhiben sus cuerpos sin pudor,
una belleza extraña que asusta y llama la atención.
Agradable sensación en el Circo del Horror,
un mundo paralelo de seres de ciencia ficción.
Gigantes, enanos, tatuajes, hermanos
siameses, mujeres con barba,
damas a caballo, forzudos, pulgas
amaestradas, indios con sitar.
Nunca sabrás lo que allí encontrarás:
un lugar misterioso, criaturas que no olvidarás.
Denigrantes exhiben sus cuerpos sin pudor,
una belleza extraña que asusta y llama la atención.
Agradable sensación en el Circo del Horror,
un mundo paralelo de seres de ciencia ficción.
Esto fue sin más, la función termina ya,
si le gusta no olvide que aquí tiene su hogar.
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4. |
La chumbera del amor
03:45
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Bajo un sol abrasador
nunca se vio ni una nube.
Nadie vive por allí,
nada, nadie, polvo: nada.
El mar muy cerca y no se ve,
solo hay sal junto con tierra.
Los matojos vuelan sueltos,
el asfalto se hace agua.
Y ahí te di mi corazón,
en la chumbera del amor.
Carretera olvidada,
chatarra vieja en el arcén.
Grita alto una cigarra,
los matojos tristes pasan.
Lo siento, el sol quemó hasta el tiempo,
vivir es un tormento allí,
no me vale la pena.
Hoy he vuelto a recordarte,
nada queda por hacer.
Carretera enterrada,
tierra ocre desolada.
Ahí perdí mi corazón,
en la chumbera de tu amor.
Vuelvo al sitio y nada queda,
no podré vivir allí.
Las ruinas olvidadas esperan
derrumbarse y no sufrir.
Lo siento, el sol quemó hasta el tiempo,
vivir es un tormento allí,
no me vale la pena.
Y siento quemarse este desierto,
el aire pudrió mi corazón
en la chumbera de tu amor.
Se pudrió mi corazón
en la chumbera de tu amor.
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5. |
La herida
04:28
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Sáquenlo ya de mí
porque me está matando.
Es agudo el dolor
en este corazón
que ya no resiste más.
Sáquenlo ya de mí,
con fuerza se agarró.
Ese sucio demonio
que a esta pobre alma en pena
no la deja respirar.
Cojan ya ese puñal
y clávenmelo bien dentro,
que llegue al corazón
y calme de una vez
este dolor que siento.
Con un tragito más
ya nada notaré.
Pues esta herida abierta
se sentirá bien poco
comparada con tu amor.
Y así, sin este sufrimiento
que ahora tengo, viviré.
Mi alma ya no existe en este mundo,
pues contigo se pudrió.
Con esta herida abierta
ya no dolerá tu amor.
Tan solo hueso y carne yo seré.
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Carmencita Calavera Granada, Spain
Contratación:
Marisa Asensio
620225059
marisa@farashaproducciones.net
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